La Unión Europea retrasa la aprobación de la medida de prohibición de los vehículos de combustión
El Consejo de Ministros de la UE ha retrasado sin fecha determinada la última votación para aprobar la medida de prohibición de los vehículos diésel y gasolina.
Tras la aprobación del Parlamento Europeo al veto de los vehículos de combustión para 2035, todo apuntaba a que la medida era prácticamente una realidad. Sin embargo, a falta de un último fleco que es la votación de los ministros europeos, la medida se ha visto paralizada sin fecha determinada de vuelta.
Sin fecha de reanudación
Para poner en contexto a aquellos que aún no lo sabían, el pasado otoño, la Unión Europea (UE) se puso de acuerdo para promover una medida de movilidad sostenible prohibiendo la matriculación de vehículos de combustión a partir de 2035, una de las medidas mayores de un paquete más amplio pensado para reducir las emisiones contaminantes. El objetivo era que, en 12 años, todos los turismos y furgonetas comercializados fuesen de cero emisiones.
Dicha medida fue aprobada por los 27 países miembros de la UE, con dudas por parte de Polonia y Bulgaria, a nivel de embajadores. Después, fueron los miembros del Parlamento Europeo quienes votaron a favor, y tras todo este papeleo solo quedaba un proceso por superar: La votación de los ministros europeos.
Según lo previsto, el 7 de marzo de 2023 debía producirse la última votación que diese el pistoletazo de salida cien por cien oficial a la temida medida, aunque por ahora, se ha visto paralizada sin fecha de reanudación.
El Consejo de Ministros europeo ha decidido posponer la última votación sin indicar la fecha en la que será valorada y todo apunta a que ha sido por temor a que la medida no salga como tenían pensado por las dudas expresadas por algunos países, en especial, Alemania e Italia.
La preocupación de Europa es que los ministros alemanes e italianos voten en contra de la medida y que, se unan a ellos los representantes de Polonia y Bulgaria, países que han declarado su posición contraria en varias ocasiones, con lo que el resultado de la votación daría al traste con la medida.
Alemania impone como condición para apoyar el veto a los diésel y gasolina, que la norma incluya un párrafo que deje claro que al menos, los combustibles sintéticos, seguirán siendo una opción permitida en 2035.