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La última tendencia en el mercado de segunda mano no involucra kilómetros falsificados ni vehículos robados.


 

Un proveedor privado de historiales de vehículos ha advertido sobre un aumento en tres estafas específicas en el mercado de autos usados. Estas estafas son tan antiguas como los propios automóviles, con tácticas que van desde manipular el odómetro hasta vender vehículos robados. 

Coches inundados
Una estafa cada vez más común es la venta de autos inundados, especialmente aquellos provenientes de California, Estados Unidos. Muchos vehículos han sido abandonados bajo el agua y son recuperados por delincuentes para luego venderlos a precios elevados a compradores desprevenidos.

Para identificar un auto de segunda mano que ha sufrido inundación, busque signos de óxido y olor a humedad, que pueden ser evidentes incluso si intentan disimularlos. También puede encender el sistema de climatización y observar las luces exteriores para detectar posibles problemas.

La discrepancia de tonos en el tapizado es otro indicio de inundación, sugiriendo un reemplazo. Busque suciedad o arena en lugares inusuales como entre los asientos o debajo de las alfombrillas. También, esta suciedad puede afectar a elementos mecánicos, produciendo ruidos anormales.


Vehículos robados
La venta de vehículos robados es una estafa cada vez más frecuente. Los vendedores suelen tener documentación que parece legal, pero en realidad el auto ha sido robado. Para evitar esto, es importante solicitar un informe a la Dirección General de Tráfico (DGT) o utilizar servicios como Carfax.

El cuentakilómetros manipulado
Otro fraude común es manipular el odómetro para mostrar menos kilómetros de los que realmente tiene el vehículo. Aunque algunos signos de desgaste pueden revelar esta estafa, lo mejor es verificar la documentación del automóvil y comparar los datos con los registros de la ITV y los informes de la DGT o Carfax.