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Italia se opone a la medida de la Unión Europea

La medida de la UE para reducir las emisiones eliminando los vehículos de combustión no han sentado bien en Italia.

 

 

Como ya adelantamos la semana anterior, el Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta que presentó en 2021 la Comisión Europea de prohibir la venta de coches diésel y de gasolina a partir de 2035.

Sin embargo, no han tardado en aparecer las primeras voces en contra de esta medida, y es que, Italia, se opone a la decisión de la UE de prohibir los coches de combustión.

La decisión está tomada, aunque falta una última aprobación

La medida está integrada en el paquete “Fit for 55” que presentó la Comisión Europea en 2021 para cumplir los objetivos climáticos propuestos para 2030 y 2050.

Esos objetivos son, concretamente, reducir en un 55% las emisiones de los turismos y en un 50% las de las furgonetas para 2030, en comparación con los valores de 2021. El segundo paso será alcanzar las emisiones cero en 2050, como hemos señalado antes.

Pero aún falta un detalle, y es que el texto debe ser ahora ratificado por el Consejo Europeo, es decir, por los 27 estados miembros de la UE, y parece que no todos están de acuerdo con prohibir los coches diésel y de gasolina en 2035.

Eso sí, recordemos que la prohibición afecta a los coches que se vendan a partir de esa fecha, no a los que ya estén en circulación.

Italia, se opone a la decisión de la UE

En unas declaraciones a Reuters, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Trajani, pidió a la Unión Europea que diera marcha atrás en su plan de prohibir los coches con motor de combustión interna.

Según el diario Il Corriere della Sera, Trajani habría pedido a la UE reducir las emisiones de los coches en un 90% en lugar del 100% que se pretende alcanzar con esta nueva medida.

“Soy un gran partidario del coche eléctrico, pero los objetivos ambiciosos deben alcanzarse de verdad, no solo sobre el papel”, esgrimó el ministro italiano. Pero también añadió que “debemos defender nuestra industria automovilística”.

En consecuencia, Italia presentará una contrapuesta a la UE, con la que solicitará reducir las emisiones de CO2 en un 90% en 2035, y así los fabricantes tendrán un mayor margen de adaptación al coche eléctrico.

Italia, muy crítica con la eliminación de los motores de combustión

Y es que no es para menos, pues recordemos que la industria automovilística italiana es uno de los sectores más importantes del país, el cual representa el 5% del PIB italiano total y da empleo a más de 270.000 personas.

Además, cuentan con dos de las marcas más prestigiosas a nivel mundial como son Lamborghini y Ferrari, cuya viabilidad en un futuro totalmente eléctrico sería muy cuestionable.

Esto llevó a los eurodiputados italianos a presentar una propuesta en el Parlamento Europeo para retrasar el paso de la movilidad eléctrica total. Es lo que se conoció como la “Enmienda Ferrari”.

Finalmente, el grupo parlamentario italiano se salió con la suya y el Parlamento acordó la excepción hasta finales de 2035 para los fabricantes con pequeños volúmenes de producción anual (de 1.000 a 10.000 turismos nuevos o de 1.000 a 22.000 furgonetas nuevas) y la excepción total para aquellas marcas que matriculen menos de mil vehículos al año.

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